Por todos es conocida la ambición recaudatoria de la Agencia Tributaria y el primer paso para que pueda saciar su hambre es el hecho de que pueda monitorizar todas las operaciones que como ciudadanos llevemos a cabo. Y la mejor herramienta de la que actualmente dispone para controlarnos es que mediante nuestros movimientos bancarios dejemos rastro de todo aquello que hacemos o dejamos de hacer.
Aún no ha querido dar el paso definitivo, prohibir las transacciones en efectivo, pero todo nos hace pensar que esta prohibición está cada día más cerca. Como pasos previos lleva año limitando los importes de las cantidades con los que podemos hacer transacciones en cash.
Ahora expondremos los límites bajo los que nos debemos mover a fecha de hoy (octubre de 2022) pero debido a la alta frecuencia con la que estos límites se han actualizado en los últimos años mucho nos tememos que este post se quedará anticuado mucho antes de lo que nos gustaría
Límite cuando una de las partes es profesional
En el supuesto de que una de las partes tenga forma de empresa o autónomo y la otra parte a su vez sea ciudadano español, Hacienda impone el más estricto de los límites, la operación tendrá que ser inferior a 1.000€ para que la contraprestación de la misma se pueda hacer en efectivo.
Tanto en este caso como en los siguientes es muy importante prestar especial atención a la palabra “operación” pues es aquí donde realmente esta prohibición nos puede suponer un límite. La normal es clara, es la operación como tal la que no puede superar el límite. ¿Qué implica esto? Pongámonos en el supuesto de que nosotros como profesionales le prestamos determinado servicio a un particular, dichos servicios tienen un coste de 1.200€, de manera un tanto picaresca podríamos pensar que una manera de eludir los límites para pagos en efectivo sería dividir el pago de la operación en dos pagos de 600€, incluso espaciar en el tiempo los pagos. Pero la prohibición es clara y en todo momento se nos habla de operaciones y no de pagos. Por lo tanto, da igual en cuantos pagos o vencimientos dividamos una operación o factura, si el servicio o el producto como tal supera el límite, el pago se tendrá que hacer por vía bancaria.
Límite cuando una de las partes es profesional y el otro es un extranjero.
En primer lugar, debemos de aclarar que, por extranjero, la norma, hace referencia a toda aquella persona que no sea considerada residente fiscal en España. En otro post explicaremos a quién se le considera y a quién no, residente fiscal.
Después debemos aclarar que para que sea este el límite, el sujeto no residente debe de ser capaz de justificar su no residencia en el país, esto es de suma importancia.
Aquí el límite es considerablemente mayor, estamos hablando de que la operación puede ser de hasta 9.999€, prácticamente 10.000€.
A excepción de la cuantía y el hecho de que el extranjero tenga que acreditar su NO residencia fiscal en el país, la normal se aplica de manera idéntica al caso anterior, incluido el aspecto de dividir los pagos.
Límite de pago en efectivo entre particulares
En este caso el límite es algo más flexible que cuando una de las partes es un profesional, pero menos que cuando una de las partes es un extranjero.
El límite de pago en efectivo entre particulares es de 2.499€. Superar solamente por un € nos podría conllevar una sanción.
Sanciones
Llegamos al punto álgido, las sanciones. Superar los límites de los que anteriormente hemos hablado puede llegar a suponer unas sanciones de hasta 25% del importe, esta sanción se repartida de manera solidaria al 50% entre las partes que intervinieron en la operación. Ejemplo, nosotros como particulares hemos pagado la reparación de un vehículo a un mecánico, profesional. La reparación ha supuesto 2.000€ y dicho importe lo hemos pagado en efectivo. En el caso de que Hacienda detecte dicha transacción, que lo hará, la sanción será de 500€ correspondiéndonos 250€ a nosotros y otros 250€ al mecánico.
Podemos concluir que el cash está en peligro de extinción y poco podemos hacer para salvarlo.
